El exintendente Carlos Arroyo los había quitado para "acondicionarlos". Sin embargo, pasaron 16 meses sin ser reinstalados. Son 21 y fueron pintados con los colores de las banderas de los países iberoamericanos, para la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que tuvo lugar en la ciudad en 2010.
A casi medio año que el gobierno del exintendente Carlos Arroyo removiera los 21 molinos del Paseo Dávila para un “acondicionamiento” de la obra, las coloridas unidades volvieron a ser instaladas y se suman así a las atracciones que cuenta ese sector costero de la ciudad.
A través de las tareas llevadas adelante por el Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur), “Los molinos de América”, intervención realizada por el artista marplatense Felipe Giménez en diciembre de 2010, vuelve a formar parte del paisaje del barrio La Perla luego de meses de una inexplicable ausencia.
En su momento, y ante pedidos específicos de poner en valor esa zona por parte de concejales de la oposición (la edil Virginia Sívori presentó un proyecto solicitando tareas de mantenimiento en el Paseo Dávila, por ejemplo), la única información oficial que circuló por los medios de prensa fue que la remoción de las unidades en octubre de 2018 había obedecido a un “acondicionamiento de la obra”. Sin embargo, al consultar con el área gubernamental correspondiente acerca de su reinstalación, las versiones variaban, las respuestas escaseaban y los trascendidos advertían una “falta de intensión” de reponerlos.
Así todo, nada su supo de la escultura urbana hasta esta semana, 16 meses después de la remoción, cuando vecinos de la zona y peatones en general comenzaron a observar un movimiento en la zona de maquinarias y operarios del Emsur. De hecho, ayer, mientras todas las miradas apuntaban al vehículo que atravesó el paredón y cayó por la pendiente costera tras un triple choque, personal municipal se encontraba abocado a la colocación, nuevamente, de “Los Molinos de América”.
Vale destacar que la obra, que fue inaugurada en el marco de las actividades culturales programadas en adhesión a la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, fue construida en acero y consta de 21 molinillos de 6 metros de altura impulsados por el viento de la costa marplatense los que, con la intención de que las velocidades y sentidos de giro sean variados, fueron orientados en diferentes direcciones.
La obra busca producir un impacto visual que, unido al carácter simbólico y conmemorativo, la constituyen un nuevo punto de referencia para la ciudad. Pintados con los colores de sus respectivas banderas, los molinillos representan a cada uno de los países iberoamericanos que participaron de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se desarrolló ese año en Mar del Plata.
El paso del tiempo y la falta de mantenimiento provocó que la misma comience a presentar una apariencia descuidada, incrementando el riesgo de posibles incidentes en el lugar. Esta situación fue denunciada por varios concejales e, incluso, por el exintendente Gustavo Pulti, quien estuvo detrás de la instalación de la obra y fue quien, en 2010, la presentó a la comunidad.
Esta mañana, a través de su cuenta de Twitter, Pulti publicó un video en el que se ve a los operarios instalando nuevamente “Los molinos de América” y escribió una indirecta a la anterior gestión: “Tan difícil era? Lo elemental parecerá enorme”
Tan difícil era? Lo elemental parecerá enorme. pic.twitter.com/EJem875Q1N
— Gustavo Pulti (@GustavoPulti) February 13, 2020